Elegantes y graciosas construcciones de acero


Uno de los mayores progresos experimentados en la construcción de puentes metálicos se realizó con la aparición de los puentes colgantes. El primero de esta clase fue tendido sobre el río Ródano, entre Tain y Tournon, por el ingeniero Marcos Seguin. Su construcción es, en principio, bastante simple. En cada orilla del río se levantan dos pilastras y dos macizos de albañilería. Los cables se fijan a éstos y se hacen pasar por encima de aquéllas. La curva que describen recibe el nombre de catenaria. De los cables penden los tirantes que sujetan las viguetas que constituyen el tablero. El puente queda tendido entre las dos orillas sin necesidad de ser sostenido por medio de pilastras colocadas sobre el lecho del río.

Hacia el año 1875 se empezó a utilizar el acero en gran escala, con lo que este tipo de construcciones recibió gran impulso.