Una piedra preciosa para usar en cada mes del año


A cada mes le corresponde, pues, cierta gema, y cada una tiene un significado especial. Los meses de marzo, junio, agosto, octubre y diciembre están relacionados con dos piedras distintas cada uno. El granate es la piedra de las personas nacidas en enero. Su atributo es la constancia.

Para los nacidos en febrero tenemos la amatista violada, que simboliza la sinceridad. Marzo es uno de los meses favorecidos con dos piedras preciosas. A este mes corresponde la sanguinaria, que exalta el coraje; la otra gema es el aguamarina. Aquellos que han nacido en abril deben usar el diamante, que simboliza la pureza. En mayo tenemos la esmeralda. Según la antigua creencia sus poseedores serán felices en el amor. Junio requiere la perla, que favorece la salud y la honestidad, y también la piedra de la luna o labradorita, que a su vez otorga la felicidad.

Los que han nacido en julio deben usar el resplandeciente rubí, símbolo de nobleza. Agosto tiene afinidad con la sardónice, que protege contra las desgracias. También le corresponde el peridoto. Los que han venido al mundo en setiembre tendrán suerte y evitarán las contrariedades si llevan consigo un zafiro. El ópalo, considerado antaño como una piedra maléfica, otorga a los nacidos en octubre vigor y felicidad, o al menos tal es la creencia de hoy. A este mes también pertenece la turmalina. Las personas que cumplen años en noviembre deben usar el topacio amarillo, talismán del éxito y la amistad. Diciembre está relacionado con dos piedras: la turquesa, eficaz para prevenir los accidentes, y el lapislázuli.