Parte que tomaron en el desarrollo de la gran idea un alemán, un inglés y un francés


El primer ensayo conocido en materia de máquinas de coser fue patentado el 24 de julio de 1755 por el sastre alemán Carlos F. Weisenthal. Era una maquinita extraña, con una aguja que tenía dos puntas y un ojo en el medio.

La siguiente máquina de coser construyóla Tomás Saint, un ebanista de Londres, que la describió como una máquina para “acolchar, embastar y hacer zapatos, botas, polainas, chanclos y otros artículos”. lista máquina de coser cuero, a pesar de ser basta y poco práctica, fue la predecesora de la invención americana.

Un inglés, llamado Duncan, y un clérigo americano, Dodge, hicieron luego experimentos en la materia.

La primera patente concedida en América fue la solicitada por un tal Lye, en 1826. Todos los documentos referentes a su máquina fueron destruidos por el incendio del Registro de Patentes, ocurrido en 1836.

El que hizo la siguiente aportación realmente apreciable a favor de la invención fue un parisiense. Llamábase, Bartolomé Thimonnier, y parece ser que ochocientas de sus máquinas, hechas de madera, fueron usadas en París para coser los uniformes del ejército. De todos modos, su máquina tenía demasiados defectos para llegar a ser algo más que otro importante paso en el gran movimiento.

En los años siguientes otros varios inventores consagráronse al estudio y a la confección de una máquina de coser que fuese de verdadera utilidad.