Existen relojes eléctricos que son regulados desde un centro de control


Estos relojes funcionan movidos por la fuerza de la corriente eléctrica, que vibra a un promedio de sesenta veces por segundo. Varios de ellos pueden ser puestos en funcionamiento y regulados desde un control eléctrico central, desde donde, por medio de aire comprimido, se mueven las agujas al unísono.

El reloj eléctrico utiliza la energía suministrada por un pequeño motor en su interior, y tiene la gran ventaja de que no es necesario darle cuerda como a los demás relojes.

Con todo, el reloj eléctrico presenta un grave inconveniente, pues la falta de corriente provoca su detención.