La primera guerra mundial y el desarrollo de la aviación


En 1909 Louis Blériot cruza por primera vez el canal de la Mancha en aeroplano, y en el mismo año el inglés Coddy y los franceses Paulham y Farman realizan vuelos sucesivos de 65. 153 y 241 kilómetros de extensión. Un año después el peruano Jorge Chávez demuestra que por el aire se pueden franquear las barreras que ofrecen las montañas, y cruza los Alpes. El francés Prévost bate el record de velocidad volando a 76 kilómetros por hora. Todos estos hechos fueron jalones en el progreso de la aviación, pero ninguno hacía prever que, al estallar la primera Guerra Mundial en 1914, esas débiles máquinas sirviesen para actividades bélicas de navegación aérea.

Por eso maravilla el recuerdo de las hazañas de los arrojados pilotos que participaron en esa contienda, y mucho debe a ellos el progreso de la aviación en todos sus aspectos. Tan grande fue la experiencia adquirida sobre el aprovechamiento de los aeroplanos, que finalizada la contienda, la administración de Correos de Estados Unidos organizó un servicio aeropostal entre Washington y Nueva York. En Europa se inauguró el mismo año, en Francia, el primer servicio aéreo internacional para llevar correspondencia entre Toulouse y Barcelona.