El gato posee preciados dones y buenos sentimientos


Hay otro animal conocidísimo que, aunque de naturaleza adusta, cuanto mejor se le atiende tanto más afecto cobra al que lo cuida. Nos referimos al gato doméstico, el cual posee en alto grado el don de reconocer los sitios en que vive, y a sus dueños, y no deja de tener buenos sentimientos.

De cierta gata cuéntase que estaba dotada de tal instinto de compasión, que mientras amamantaba a sus hijitos hizo otro tanto con dos ratónenlos abandonados que recogió, y que cuando fueron mayores jugaban con ella y con sus gatitos, sobreponiéndose así la lástima a la natural inclinación del gato a cazar ratones.

Pero es mucho más notable el grado de afecto a su amo que revela el siguiente caso: Un artesano de Nestle, Francia, al disponerse a ir a su trabajo, reparó que su gato daba extraordinarias muestras de espanto, yendo de un lado a otro de la chimenea, y sin consentir en separarse de ella. No sabía el hombre a qué atribuir aquello, cuando, acercándose al fogón, vio que se había incendiado la parte interior, en lo alto, y tuvo tiempo para evitar que el fuego se propagase. Entonces comprendió que el gato había previsto el peligro y que se había empeñado en avisarlo con sus maullidos, brincos y espantos, como si presintiera alguna próxima desgracia.