Un paso más avanzado dentro de los motores diesel: el jumo


Con todo, las ventajas del motor diesel no lograban desalojar al de gasolina de los automóviles y de los aviones, donde el factor velocidad y escasez de peso son fundamentales; las elevadas presiones que deben soportar las paredes de la cámara de combustión, exigían al motor diesel, como ya explicamos, mayor solidez, que no podía lograrse sino a costa de su mayor peso y tamaño, y, por otra parte, no alcanzaba a desarrollar la misma velocidad que los motores de explosión.

Empero, en Alemania, y poco antes de la segunda Guerra Mundial, en las fábricas Junkers de Dessau, ya famosas por su aporte a la industria aeronáutica, llevó a la práctica el doctor Junkers una serie de profundos estudios que le pertenecían; así nació el motor Diesel-Junkers, cuya más perfecta expresión es el modelo Jumo, de pistones contrapuestos, aplicado con éxito a los submarinos, y luego al avión y al automóvil.

Casi simultáneamente, en las fábricas de automóviles de Mercedes-Benz, también en Alemania, se construía un motor diesel liviano, que reemplazó con eficiencia a los gasolineros en los automotores, con la ventaja de su extraordinaria economía de combustible; poco después Fiat, en Italia, y Renault, en Francia, aplicaban los mismos principios a las unidades de su marca.

En cuanto a la aplicación de los motores diesel a la aviación (que entrañaba una serie de ventajas, de las cuales mencionaremos la reducción del peligro de incendio, mayor espacio útil para carga por menos volumen de combustible, v la eliminación del magneto para encendido), ha quedado prácticamente suspendida, lo mismo que la de los motores de gasolina, por la aparición de las turbinas de reacción, que prácticamente monopolizan hoy los sistemas de propulsión de las aeronaves. Empero, fueron famosos hacia la finalización de la segunda Guerra Mundial, motores diesel como el Jumo IV, en Alemania y el Rolls Royce en Gran Bretaña. Aunque en otra categoría, pues eran de gran tamaño, deben también mencionarse los motores alemanes Maybach, cuya fama data del tiempo en que impelían las hélices del famoso dirigible Graff Zeppelin.

Actualmente los motores diesel tienen ganada la batalla, frente a los de gasolina, allí donde se necesite potencia y economía, en tanto que los gasolineros reinan aún en el campo de las altas velocidades.