El cine incorpora el color. Otras innovaciones


Después del sonido, el cine ha incorporado el color. La inserción del color no presenta las dificultades que planteó, en su día. la incorporación de la palabra, puesto que no afecta para nada ni a la continuidad ni al ritmo y sí sólo a la composición pictórica de las escenas en su finalidad expresiva.

Durante años, el cine, en su afán de traducir la realidad, ha tratado de dar la sensación del relieve en la pantalla plana. Las tentativas en tal sentido parecían destinadas a no pasar de lo curioso y lo experimental, cuando, hacia fines de 1952, hizo su aparición el sistema llamado Cinerama. Filmada la película con uno cámara de tres lentes -cada uno de éstos enfocados hacia un ángulo distinto-, y proyectada sobre una gran pantalla curva por tres proyectores, el nuevo sistema brindaba una primera ilusión de relieve, sin los inconvenientes de sus antecesores; reforzaba la ilusión de inmersión en la realidad un nuevo sistema sonoro donde el sonido, registrado en varias bandas, era amplificado por sendos altavoces distribuidos por toda la sala. Lo costoso de las instalaciones ha hecho que el Cinerama sólo se haya proyectado en pocas salas del mundo. Las primeras obras, como Esto es cinerama, son una simple exposición de las posibilidades técnicas del sistema, a través de la filmación de viajes por todo el mundo.

Mayor resonancia, como arte cinematográfico, ha tenido la introducción de los sistemas que, como el Cinemascope y el Todd-AO, buscan la ilusión del relieve alargando, gracias a nuevos lentes y a una película de mayor cuadro, el ángulo de visión y la profundidad de campo de la imagen. Usados en películas de gran espectáculo como El Manto Sagrado -la primera obra en Cinemascope- o La vuelta al Mundo en 80 días -la conocida obra de Mike Todd, en Todd-AO-, ambas mediocres realizaciones desde una pura consideración estética, los nuevos medios no han significado nuevos hallazgos expresivos o artísticos y hasta hay quien teme de ellos un empobrecimiento del cine como arte. Sin duda, el gigantismo de la pantalla dificulta la sucesión de planos diversos, medio esencial de la expresión cinematográfica hasta el presente. Habrá, pues, que esperar lo que dirán los realizadores geniales, parcos hasta el presente en el uso de estos sistemas, pues quizás estemos en vísperas del nacimiento de una forma de expresión cinematográfica todavía inédita. Tan cierto es que el cine, arte nuevo, evoluciona ante nuestros ojos.