Grandes presas destinadas a contener el agua para una ciudad


Esta gran presa tiene cerca de un kilómetro y medio de largo y se levanta a una altura de sesenta y siete metros sobre el lecho del riachuelo. En el fondo, el muro de contención tiene un espesor de cincuenta y ocho metros, casi la anchura de una manzana de casas de la ciudad, reduciéndose gradualmente hasta siete metros en la cima, a lo largo de la cual hay un camino para coches. Sin embargo, este gigantesco dique no está construido totalmente de piedra: una gran parte es de tierra con un núcleo de hormigón. La presa forma un lago, cuya circunferencia es de sesenta y cuatro kilómetros y cuya profundidad llega a cincuenta y ocho metros en su parte más honda. Puede contener, cuando está llena, suficiente agua para cubrir por entero la isla de Manhattan, en la cual está edificada la ciudad de Nueva York, a una profundidad de más de ocho metros.

El agua va desde este gran depósito llamado de Ashokan a uno intermedio, el de Kensico, ciento tres kilómetros más cercano de la ciudad; de modo que si ocurriera cualquier accidente en el depósito superior quedaría aun suficiente agua en reserva para abastecer a la población durante dos meses. Existe, además, un tercer depósito en las afueras de Nueva York; y desde él se conduce el agua por debajo de tierra.

Donde el terreno ofrecía solamente un ligero declive, el gran acueducto, construido de hormigón, se tendió en una zanja abierta al efecto y luego se lo cubrió de tierra. Tiene una altura de más de cinco metros y su ancho es el mismo, aproximadamente. Cuando en el trayecto se tropezó con montes o cerros, se abrieron túneles, horadándolos de parte a parte. Existen veinte y cuatro de estos túneles. Cuando fue preciso cruzar profundos valles y corrientes de agua, o bien se abrieron túneles por debajo de ellas, o bien por medio de tubos de hierro forrados y revestidos de hormigón se condujo el agua en dirección a los montes opuestos.