Las primeras películas en colores fueron llamadas Kinemacolor


Kinemacolor fue el nombre aplicado a las películas cinematográficas en colores producidas por cierto procedimiento especial. Antes de descubrirse este procedimiento todo lo que salía en la pantalla era negro y blanco y nadie se percataba que era posible que la cámara cinematográfica retratase a las personas en un huerto de flores rosadas y blancas o en un jardín de bellas rosas, y reproducirlo todo en sus colores naturales.

Pero los hombres continuaron experimentando con la cromo fotografía, o fotografía en colores y a alguno se le ocurrió impresionar una imagen sobre la película primero a través de un filtro de vidrio rojo, después a través de un filtro verde y así, sucesivamente, a través de filtros rojos y verdes. Esto se basa en la llamada cromofotografía indirecta de los hermanos franceses Lumiére.

Esta fue la idea usada en el primer procedimiento de cinematografía en colores, el Kinemacolor. No obstante éste no probó ser adaptable a la proyección rápida que se necesita en los cines. Otro procedimiento, el Technicolor, es más reciente descubrimiento ha sido aplicado con mucho éxito.

Hoy día, para tomar retratos en colores, es necesario primero sacar dos fotografías de la misma escena, una a través de un cristal rojo y otra a través de un cristal verde, y ambas deben sobreponerse exactamente, bien en la película misma o bien en la pantalla. La principal dificultad de los procedimientos primitivos estrujaba en que el retrato a través del rojo y el

otro a través del verde se tomaban sucesivamente, es decir, uno después del otro, alternativamente, y por lo tanto el objeto fotografiado tenía oportunidad de moverse en el intervalo de tiempo que mediaba entre una exposición y la otra y consecuentemente no podían luego caer con exactitud sobre la pantalla. Los ingenieros descubrieron la manera de admitir la luz a través de una sola lente fotográfica y entonces dividir el haz de luz, sin perder la claridad de la imagen, de modo que fuera posible impresionar los dos retratos en la película uno al lado del otro. Con esta disposición los dos retratos se toman a través del mismo lente y al mismo tiempo. Las desagradables "franjas", o bordes de color, desaparecen por completo. Se sostiene que, antes de la invención del sistema Technicolor este resultado se había creído imposible de lograr. Habiendo hecho este descubrimiento los ingenieros construyeron una cámara utilizando este principio y trataron de sacar retratos con ella. Pronto tropezaron con una nueva dificultad y era que no podían encontrar película alguna en el mercado suficientemente sensible a la luz para producir un buen retrato, a menos que fuera en pleno sol. Por ejemplo, si una muchacha llevaba una papalina o una pamela, la prenda aparecía clara y perfecta en la pantalla. pero su cara, en la sombra, quedaba completamente sin impresionar y en su lugar se apreciaba solamente un manchón negro, sin detalles. Entonces se hizo evidente que habría que buscar una película de mucha mayor sensibilidad. El problema fue abordado contra la opinión general de los expertos europeos y americanos, que sostenían que no era posible fabricar tal película. Pero esto no descorazonó a los ingenieros y después de muchos meses de trabajo lograron perfeccionar un principio completamente nuevo en la producción de películas. Empezaron con la película blanca y negra y la sometieron a un procedimiento químico recientemente descubierto que producía una película muchas veces más sensible que cualquier otra obtenible. Mediante el uso de esta nueva película la cara de la muchacha debajo de la pamela salía clara y tenía la misma apariencia que cuando la veía uno naturalmente con los ojos.

Otro problema sumamente difícil que tuvo que solucionar Technicolor antes de producir películas perfectas de colores, fue el de sobreponer los dos retratos con la exactitud debida en una forma que pudiera ser efectuada comercialmente por máquinas impresoras que manipulaban miles de pies de película. Por fin los ingenieros de la Technicolor lograron perfeccionar el registro o coincidencia automática.