Una maravillosa invención hecha durante la guerra: puertos prefabricados


 Todos conocemos las casas prefabricadas, que se transportan por secciones a un lugar elegido y luego se arman en pocas horas. Nada sorprendente encontramos en ello, puesto que una casa nunca es algo tan grande ni técnicamente tan complicado que puedan maravillar esos adelantos en su construcción. Pero todo cambia si se trata de aplicar el mismo procedimiento a un puerto, y ello se vuelve todavía más difícil si las tareas del armado se deben realizar bajo el fuego de los cañones enemigos, durante la guerra. Sin embargo, esto hicieron los ingenieros aliados durante la segunda Guerra Mundial. La invasión de Europa necesitaba puertos para reparo de los buques y para facilitar el desembarco de las enormes cantidades de material requerido por los ejércitos en campaña. Como los puertos existentes en la costa francesa -lugar por donde se realizó la invasión- estaban en poder del enemigo, fue necesario arbitrar un medio para asegurar el amarre de las embarcaciones aliadas.

En Gran Bretaña se construyeron las partes que constituirían dos puertos prefabricados. Enormes cajones sumergibles de hormigón, rompeolas y muelles flotantes del mismo material fueron preparados; de su tamaño nos puede dar una idea su desplazamiento, de un promedio de 7.000 toneladas. Una vez construidas todas estas secciones del futuro puerto, cuyo número se elevó a 150, quedaron listas para ser llevadas a remolque hasta el lugar que se designaría. Cuando los barcos aliados que llevaban las tropas de invasión se pusieron en marcha, junto con ellos, arrastradas por remolcadores, llegaron las partes componentes de los futuros puertos. En pocas horas los cajones sumergibles de hormigón fueron hundidos para servir como puntos de apoyo y anclaje de las demás partes; los rompeolas, unidos entre sí, se tendieron en forma de extensas escolleras, y los muelles fueron colocados en su lugar. En menos de un día, en dos lugares de la costa francesa donde antes sólo se extendía una playa desierta surgieron dos puertos completamente equipados, debido a que los muelles flotantes ya iban provistos de las grúas y demás aparejos requeridos para su habilitación. Así, en un alarde de inventiva se hizo en breve tiempo una labor que normalmente requiere años de trabajo.