Contrucción de un faro sobre las olas enfurecidas


Los faros se construyen en muchos y muy diversos parajes: unos en tierra firme; otros sobre rocas, en medio del mar, a las que barren frecuentemente las olas; otros en la arena. Estos últimos; son muy difíciles de erigir, pues para echar los cimientos hay que emplazar grandes cantidades de maderos en la blanda arena, con objeto de obtener una base firme para asentar la torre.

Los constructores de faros son tan arrojados y hábiles que, de poder seguir su tarea sin ser interrumpidos por el mar, pronto la terminarían; pero no pueden trabajar durante mucho tiempo, pues aquél no se lo permite. En una ocasión los trabajadores que construían un faro pudieron trabajar solamente treinta horas en todo un año. A veces se tardan varios años en edificar un faro.

El gran faro de Bell Rock, en Escocia, se levanta sobre una roca expuesta a un mar frío y tempestuoso. Cuando empezaron las obras, tan sólo dos hombres podían trabajar a la vez, pues no había espacio para más. Lo primero que tuvieron que hacer fue limpiar la roca de las capas de algas marinas que la cubrían, y, una vez hecho esto, abrir unos agujeros en ella para clavar unas columnas de hierro y construir sobre éstas una fuerte plataforma de ese metal. Esto era sólo el principio de su tarea.