Tres frutas tropicales: el mamón, el mango y el aguacate

El mamón o lechosa es un árbol tropical, de grandes hojas palmeadas, que coronan el tallo fibroso y erguido, que puede alcanzar hasta cuatro metros de altura. Bajo las hojas nacen, en grupo, lo que da una curiosa apariencia al árbol, los sabrosos mamones, de forma ovoide, del tamaño de un melón, con corteza verde y amarillenta, y pulpa amarilla y dulce, con una cavidad interior en que se hallan las semillas redondas y negruzcas. Cuando aún no ha madurado, se emplea esta fruta para hacer una rica confitura, muy apreciada en América.

Originario de la India, el mango se ha propagado en todos los países intertropicales. Crece hasta quince metros de altura, con tronco recto de corteza negra y rugosa, copa grande y espesa. El fruto, mango, es oval, amarillo, de corteza delgada y correosa. Es muy perfumado y su pulpa, aunque fibrosa a veces, blanquecina, amarillenta o rojiza, tiene buen sabor.
El aguacate es otro árbol, americano, que da frutos parecidos a una pera grande: las paltas o aguacates, de color verdoso, amarillo o violado. Se las come aderezadas con sal, aceite y limón, o como postre, con azúcar. El árbol tiene de ocho a diez metros de altura; es de hermoso porte y de rápido crecimiento. Parte de los frutos maduran el mismo año de su formación; los restantes pasan verdes el invierno y maduran al año siguiente.