Los higos constituyen un alimento sustancioso y nutritivo

Otros frutos, que se comen frescos o secos, son los higos, que constituyen un sustancioso y nutritivo alimento.

La higuera procede del Oriente, de donde su cultivo se ha propagado a numerosas regiones de ambos mundos. El fruto, bien conocido, de esta planta, es de color ya violado o bien blanco, según la especie de que procede; y su carne, muy suave, tiene un olor aromático y agradable, y un sabor viscoso, dulce, ligeramente ácido. En el comercio se vende el higo paso, aplastado y cubierto de un polvillo de azúcar procedente del proceso de desecación.

La higuera da dos clases de higos: las brevas, o higos de primera flor, y los higos propiamente dichos. Este árbol se cultiva desde los tiempos más antiguos, pues se habla de él en el Génesis. En unión del olivo, constituía, como en el día de hoy, la riqueza de Grecia, de las islas Jónicas y otras del Mediterráneo; y en tiempos de los romanos abundaba tanto como ahora en las costas de España, Italia y Francia, y también en las africanas.

La higuera comienza a fructificar generalmente a los tres años de plantada, y en los climas algo cálidos rinde su fruto de una manera continua, mientras que en regiones frías es del todo inútil su cultivo, pues ni siquiera las brevas llegan a madurar.

Los higos secos entran como ingredientes en muchas pastas y cocimientos pectorales, y de ellos se obtiene también alcohol, por fermentación.