Las manzanas, fruto de hermoso color y agradable perfume

Uno de los árboles frutales más conocidos es el manzano, que se cultiva desde épocas inmemoriales y que sustituye en muchas regiones a la vid, como planta útil para la producción de una bebida alcohólica fermentada, la sidra, en reemplazo del vino.

El manzano se da bien en terrenos calizos y algo frescos, y su cultivo se halla muy generalizado en las regiones septentrionales de Europa, donde el árbol alcanza una elevación que puede llegar hasta 8 ó 10 y, rara vez, 12 metros. También prospera en varias partes de América.

En la época de la floración se presenta el manzano lindamente engalanado con una lluvia de corolas blancas, matizadas de color rosa pálido, que le da el aspecto de un árbol cubierto de nieve.

La recolección de las manzanas se hace cuando la fruta ha llegado a la plena madurez; este estado se manifiesta por el hermoso color que aquélla toma y por el aroma típico que exhala; pero, si se quiere expedirlas a otros países o conservarlas por bastante tiempo, deben recogerse antes de madurar del todo, y lo propio se hace cuando se desea emplearlas para obtener la sidra.