El exquisito ananás o piña de América

Otra de las innumerables frutas que se consumen frescas es el ananás o pina de América, que sirve asimismo para hacer sabrosísimas conservas.

Estas jugosas frutas son producidas por una planta anual, de unos 60 cm de altura, de hojas largas y puntiagudas, con bordes orlados por dientes muy duros: las flores, de color azul, llevan un airoso penacho, llamado corona, en la extremidad superior; el fruto tiene la forma de una pina de pino, semejanza que ha dado a esta fruta el nombre de pina de América, de donde es originaria.

Esta planta, cuyo cultivo se hace en los países tropicales, en sitios húmedos y frescos, presenta hasta cincuenta variedades. Las más apreciadas por los horticultores son: el ananás común o de Martinica, cuyo fruto llega a pesar a veces hasta dos kilogramos, y es el más buscado por los confiteros y reposteros; el ananás de Jamaica, notable por el color violáceo de sus hojas y por sus frutos, que alcanzan una longitud de treinta centímetros; el ananás de Otahití, de fruto grueso y redondeado y carne amarilla; el ananás de Java, el de Florida y otros no menos apreciados.

De todos ellos, el más importante y generalizado es el ananás común o pan de azúcar, llamado por los botánicos Bromelia ananás, de cuya pina puede obtenerse un jugo muy rico en materias azucaradas y aromáticas.

Los ananás no se pueden cultivar bien en las regiones que poseen clima templado, más que en estufas o invernaderos.

La exportación de esta fruta, desde los países cálidos de América a Europa, es extraordinaria. El comercio de la misma en conserva es acaso aún más considerable. En Cuba, en Jamaica y en Florida, han adquirido gran desarrollo su cultivo y comercio.