Lugares determinados que requieren las diversas plantas


Casi todas las plantas muestran predilección por ciertos lugares determinados, de modo que las personas que se dedican al estudio de estas materias, es decir, los botánicos, conocen exactamente los sitios en que pueden encontrar determinadas plantas. A algunas de ellas las buscaremos en vano lejos de los pantanos o estanques. Otras se hallan sólo en las inmediaciones de las turberas. Las flores que hay en los campos cultivados difieren de las que encontramos en los bosques, y éstas, a su vez, son distintas de las que brotan en las cuestas de las colinas o de las que esmaltan la hierba de los prados.

Las montañas, cuyas capas de tierra son poco profundas y sus rocas desnudas, tienen plantas especiales, muchas de las cuales perecerían si se las trasplantara a los ricos y feraces valles. Algunas de ellas exigen terreno de calidad especial para prosperar, además de cierta altitud determinada. Una, por ejemplo, se desarrolla tan sólo en tierras calizas, mientras que otra moriría si la plantáramos en terreno que contuviera la menor cantidad de cal. Tal planta necesita suelo arenoso y ligero, y tal otra prefiere tierra dura y arcillosa.

En cuanto a la luz, existen también grandes diferencias entre las plantas, pues mientras unas requieren lugares sombreados, viven las otras tan sólo en pleno sol. Además, las hay que morirían si no recibieran la influencia de las brisas marinas, y otras que únicamente alejadas del mar crecen lozanas. Por esas numerosas razones encontramos en los trópicos plantas tan diferentes de las que se crían en climas fríos o templados.