La reducida familia de las amapolas y sus delicadas flores


Es ésta una familia muy reducida que recibe el nombre de papaverácea, de manera que con facilidad podemos conocer a todos sus miembros. Sus flores presentan, casi siempre forma regular y tienen tan sólo dos sépalos y cuatro pétalos. Los primeros van desapareciendo a medida que los arrugados pétalos salen de su envoltura para lucir al sol sus brillantes colores. Muy numerosos son los esbeltos estambres, pero todos se caen, como los pétalos, después de fecundados los óvulos en el pistilo, que es muy grande. Éste, en las verdaderas amapolas, consiste en un botón redondo o en forma de maza, protegido por una especie de techo inclinado, en el cual las líneas que desde el centro van hasta los bordes, son los estigmas. En la celidonia y en la amapola de oro, que dan preciosas flores amarillas, el pistilo es más delgado, y se prolonga todavía al desaparecer los pétalos; y en esta última planta se convierte en una vaina encorvada, que llega a medir 30 centímetros de longitud. Esta vaina, contiene la semilla y es el fruto.