Los jacintos pertenecen también a la familia de las liliáceas


Estas plantas son liliáceas, y nacen de bulbos. Entre ellas se halla el maravilloso jacinto holandés, de suave perfume, y cuyos ejes florales llevan en su extremo densos racimos de pequeñas flores blancas, azules, violadas, etcétera. Todas sus variedades, muy numerosas, provienen del jacinto oriental de los campos de Siria. Entre ellas merecen, sin duda, destacarse la Virginia, de color azul, y la inocencia, de tono blanco.

Otra especie de liliácea, el muscarino, se halla en estado silvestre en Europa y en Oriente. Tiene flores pequeñas, en forma de glóbulo, en lugar del aspecto que presenta la especie anterior. Las florecitas, que cubren los ejes florales, están apiñadas, y como su color es azul oscuro ofrecen cierta semejanza con un racimo de uvas. Por tal razón, se designa a esta planta en algunos países con el nombre de jacinto de viña.

En los prados se encuentra a veces cierta flor que pertenece a otro género: el de las escilas.

Entre las varias especies de este género, es la más conocida la escila de Siberia, cuyas flores, de vivo color azul, aparecen muy temprano. Junto a ella se ve con frecuencia otra flor de aspecto similar, que se conoce con el nombre de gloria de la nieve, la cual es originaria de la isla de Creta, y desde allí se ha ido extendiendo por muchos países.