Peces venenosos y peces armados de púas agudísimas


Algunos peces son siempre venenosos; otros lo son en ciertas épocas del año. Entre éstos se encuentran algunos extraños y muchas veces hermosos peces que frecuentan los bancos de coral. Se alimentan de ciertas sustancias venenosas, cuyo efecto se deja sentir en las personas que los comen. Entre los que son siempre venenosos figuran los escaros, los arenques de las Indias occidentales y ciertas especies de lijas, peces cofre y orbes. Los tres últimos son muy curiosos. El pez cofre se halla encuadrado como en una caja; las lijas se llaman así por la extremada aspereza de su piel; los orbes representan al puerco espín terrestre, y dan a la mano que los coge la sensación de una bola de espinas. Algunos de ellos pueden hincharse, llenándose de aire, lo que les permite flotar manteniendo apartados a sus enemigos gracias a las largas espinas que los cubren. Cerca de las costas inglesas existe una especie de raya venenosa. Mide algo más de 30 centímetros y está armada de una fila de largas púas que salen de su dorso. Si una de ellas hiere a una persona en la mano, por ejemplo, el veneno entra en el acto por la herida, causando un dolor que alcanza hasta el hombro. Pero su carne es excelente.

Hay otras mil especies de peces en el mar, hermosos o feos, comestibles o venenosos.

Algunas conchas imitan admirablemente hermosos botes. Las conchas de ciertos moluscos bivalvos semejan canoas. Los dos extremos pueden cubrirse con papel pegado y dejar un espacio descubierto en medio. Como es relativamente grande, puede hacer compañía al formado con la cascara de plátano. Las conchas de los mejillones sirven también para hacer buenos botes; y los mejillones pequeños, negros y cerrados, parecerán peligrosos torpedos u oscuras ballenas que se deslizan serenamente a flor de agua.

Si empleamos nuestra imaginación y nuestra inventiva en estas cosas, nos sorprenderemos de lo interesante que es la construcción de tales embarcaciones con el tesoro inmenso de materiales que para construirlos suministra la Naturaleza.