Cómo cierran sus alas las mariposas haciéndose invisibles


Colócanse con las alas juntas y verticales sobre el dorso, dejando a la vista sólo sus caras inferiores, cuyos colores son perfectamente semejantes a los de las ramas u hojas en que se posan. La Naturaleza ha dotado a la mariposa de este recurso, común a otros animales, para burlar a sus enemigos. Los alegres colores de las alas son así disimulados. Aun la mariposa blanca de la col es difícilmente descubierta cuando pliega sus alas.

Gradualmente, las mariposas han llegado a este resultado. Algunas de ellas, y de las más extrañas, presentan los colores de las hojas secas, cuando se detienen a reposar. Pero otras son aún más admirables. Es imposible explicar cómo se ha operado el prodigio, pero es lo cierto que algunas de las más grandes y bellas han adquirido la apariencia de insectos conocidos como venenosos, o que por otras causas son desagradables a las aves. Puede verse a estas mariposas volar bajo y despacio, sin dar muestras de la menor alarma por la proximidad de las aves que se nutren de sus congéneres.

El alimento de las mariposas consiste, en general, en el néctar de las flores; pero hay excepciones, aun entre las más delicadas. Una de las mejores y más hermosas es la especie Apatura iris. Vuela sobre las copas de los árboles, y llega a remontarse tanto, que algunas veces es difícil distinguirla. Sin embargo, hay un medio de atraerla fácilmente, y es ofrecerle un cebo de carne putrefacta. El insecto se apresura a bajar, para absorber los, para ella, jugos vitales. No tiene ni mandíbulas ni dientes; los perdió al pasar de oruga a crisálida. Posee un largo tubo para chupar, y por él absorbe el jugo extraído de la carne. Cuanto más hermosa, tanto más seguros podemos estar de que gustará de este extraño alimento. Ésta y otras especies bajan, sedientas, para beber el agua que les brindan las charcas.