Los ratones silvestres del continente anericano


Los ratones silvestres abundan en América, y muchos de ellos son animalitos graciosos e inofensivos que no causan otro daño que el de comerse un poco de grano. Hay varias especies a las que se han dado nombres diversos según su aspecto, según sus hábitos o según su parecido con otros animales. El más común en América del Norte, tiene el pelo de color rojizo, se alimenta de bayas, de semillas y de insectos. Sus hábitos se parecen en todo a los de la ardilla, pues, lo mismo que esta última, almacena grandes provisiones de semillas y de granos en los hoyos que cava en el suelo o en el tronco de árboles viejos. Utiliza los nidos que los pájaros han abandonado, llenándolos de heno para que le sirvan de habitación durante el transcurso del invierno; pero no permanece siempre en ellos.

Otra especie común es el ratón saltador, cuyas patas traseras son muy largas, así como su cola; durante el invierno vive en nidos subterráneos.

En América del Sur se encuentran, entre muchos otros, el colilargo del Plata, ratón de tamaño reducido y pelaje espeso, de tono castaño jaspeado en el dorso y blanquecino en las partes inferiores, con la cola muy larga y delgada; habita en Uruguay y Argentina. El pericote de cola larga, animalito de unos siete centímetros de largo, aventaja al colilargo, pues su cola es casi el doble de larga que el cuerpo y la cabeza juntos; se encuentra en Chile.

A estas especies se las denomina también ratones de arrozal, porque suelen vivir en lugares cercanos al agua.

El grupo de ratones de costumbres arborícolas, está representado por el ratón ambarino de las Guayanas, de pequeño tamaño y coloración muy vistosa, entre ámbar y castaño rojizo, con una línea oscura en el dorso, y el ratón unicolor de Colombia que presenta la piel de color gris oliváceo.

Entre los ratones que viven en las regiones llanas, se pueden citar el ratón de la selva, cuyo tamaño llega a los once centímetros de longitud, de pelaje castaño por encima y grisáceo por debajo, vive en las selvas tropicales, y la laucha de campo, de cola tan larga como su cuerpo, que llega a los ocho centímetros.

Existen también ratones de costumbres acuáticas, que se alimentan de pequeños peces y moluscos, tales como el ratón oscuro, que se encuentra en Venezuela, y el ratón pizarroso, llamados así por su coloración.