Un combate mortal entre dos de los grandes monstruos marinos


Cierto escritor inglés, que fue marino durante muchos años, nos describe en sus obras algunos de esos combates, que presenció mientras viajaba por los mares. Uno de ellos se verificó entre un feroz cachalote y un pulpo de enormes dimensiones. Los tentáculos del octópodo se enroscaban como serpientes alrededor de la inmensa cabeza del cetáceo. ¿No pudiera ser que el aspecto de esos tentáculos retorcidos engañara a los antiguos navegantes, haciéndoles creer que se trataba de verdaderas serpientes? Se comprende que un espectáculo semejante pueda confundir a un observador poco experto.

El pulpo visto por el escritor ingles tenía una cabeza cuya capacidad era de 1.500 litros, y sus ojos medían 30 centímetros de diámetro. El cachalote salió vencedor, y pudo observarse cómo se comía a su adversario. Cuentan que tres hombres que estaban pintando los costados de un buque detenido en alta mar por las calmas, fueron asidos por los tentáculos de uno de esos espantosos animales y arrastrados al fondo del mar; los tripulantes del barco que intentaron salvar a sus desgraciados compañeros lograron cortar a hachazos uno de los brazos del octópodo. Este brazo era tan grueso como los mástiles del buque, y las ventosas eran del tamaño de grandes coberteras.