Los pulpos gigantes que son capaces de hacer zozobrar una barca llena de gente


Nos ocuparemos ahora de otros animales gigantes que se encuentran en el mar. Debemos aclarar que solamente figuran en este capítulo considerando el ambiente en el que viven y su tamaño, pues estos seres no sólo no son peces sino que ni siquiera son vertebrados. Pertenecen al grupo de los moluscos y son, por lo tanto, parientes de los caracoles y mejillones. Nos referiremos pues a los pulpos, a las jibias o sepias y a los calamares.

Las jibias y los calamares abundan junto a las costas de los países septentrionales; pero si bien pertenecen al grupo de los pulpos, su tamaño es muy pequeño. Los pulpos gigantes habitan en el Pacífico y en el océano índico, y son los seres más repugnantes que hay en el mar.

Su aspecto es tan repulsivo, que en algunos países los denominaron demonios. No es posible figurarse un animal de mayor fealdad. Los hay, cuyo cuerpo tiene una longitud de 5 o más metros; su boca es parecida a un enorme pico de loro, y su lengua horriblemente áspera. Están provistos de ocho tentáculos, que en las especies de mayor talla alcanzan una longitud de 9 o más metros. Estos brazos o apéndices se hallan cubiertos de ventosas y tienen una potencia extraordinaria. El pulpo permanece oculto, acechando a su presa; en cuanto ésta se acerca, el monstruo alarga sus largos y flexibles brazos que se adaptan a la presa, mientras las ventosas se adhieren fuertemente, sujetando a la víctima. Hasta las jibias pequeñas se agarran a la mano con tal fuerza que, para librarse, es preciso cortar, uno tras otro, los tentáculos. Pero no habría salvación posible para el hombre que cayera en poder de un pulpo gigante. Se dice que son capaces de arrastrar hasta el fondo una embarcación con todos sus tripulantes, valiéndose de sus potentes brazos; y la cosa no ha de extrañarnos, si tenemos presente que luchan a veces contra los grandes cetáceos dentados.