Son muchas y variadas las razas de perros de caza


Los perros de caza son los que el hombre ha cuidado con más esmero, perfeccionando sus aptitudes especiales por medio de la selección; así, el galgo sólo es propio para correr y perseguir las liebres a la carrera; el pointer y el pachón, como perros de muestra; los sabuesos, los fox-hounds y los beagles, como perros de trailla.

Los lebreles y galgos están perfectamente caracterizados por su cuerpo esbelto; tienen el vientre muy hundido, las patas altas y finas, la cola larga, delgada y enroscada ligeramente en la punta.

El galgo es un animal egoísta en el más alto grado; no manifiesta gran cariño a su amo; se deja acariciar por cualquiera y acaricia a su vez a todo el mundo, pero recibe los halagos con menos placer que otros perros y también se encoleriza mucho más pronto, enseñando los dientes por poco que se sienta molestado.

Entre las muchas variedades del perro de muestra citaremos al braco ranees, que se utiliza en particular para perseguir a la liebre; el braco inglés o pointer, que galopa con gran ligereza delante del cazador; el setter, de pelaje fino y sedoso, y el grifo, llamado también zarcero, por ser muy a propósito para cazar en los matorrales espesos y llenos de espinos, y que es un animal huraño y de aspecto desagradable.

A los perros que se emplean para acosar a las piezas en lo que se llama montería, se les da el nombre de perros de trailla, o perros corredores. Citaremos los más importantes: los bassets o pachones de patas torcidas, y los fox-hounds y fox-terriers, de olfato fino, y que, a pesar de su pequeño tamaño, puedan competir en carrera con el mejor caballo.