La astuta gaviota ladrona que prepara su asalto


Pero aun es más temida una especie de gaviota, la de alas blancas, que posee en sumo grado la astucia que caracteriza a muchas aves marinas. Su tamaño es muy inferior al de las alcas y cuervos de mar, pues semejan grandes palomas blancas, pero no por eso dejan de perseguir cruelmente a aquellos animales. Las gavietas de alas blancas hacen sus nidos en las mismas islas de las regiones árticas, donde anidan las alcas o pingüinos verdaderos, y las urias. Mientras una de éstas descansa en su nido, se acercan un par de aquéllas que suelen ir juntas de caza como lo hacen las fieras. Uno de los ladrones se coloca frente al nido y provoca a su dueño, consiguiendo que éste se alce con ánimo de atacarle; al hacerlo, deja descubierta una parte de los huevos y el otro que acecha por detrás, aprovecha aquel momento para coger unos cuantos con su pico puntiagudo. Los dos compadres siguen su camino y mudan de sitio al llegar a otro nido, de manera que, por turno, cada cual tenga su parte.