Los buitres del faraón, y el ave que come reptiles


Los buitres son todos, sin excepción, unos padres excelentes. En la antigüedad, tenían los egipcios en tan gran predicamento a los buitres llamados buitres del Faraón, que con frecuencia los representaban en sus dibujos y tallas como emblema del amor paternal. En algunos países orientales las leyes protegen a los buitres por los grandes servicios que prestan en su calidad de basureros.

Antes de terminar con este grupo, diremos algo acerca del secretario o serpentario. Es un ave curiosa, que posee una cola y unas patas muy largas, sumamente vigorosas estas últimas y recubiertas de gruesas escamas; pico robusto y corvo, y garras admirablemente dispuestas para el fin a que están destinadas. Aliméntase de reptiles, entre los cuales se cuentan gran número de serpientes venenosas, a las que esta ave no teme. Se ha visto a algunos secretarios evitar el encuentro con serpientes de gran tamaño; pero es posible que esto fuese debido a hallarse satisfechos. Generalmente, arrójase sobre la serpiente, y cubriéndose con las alas extendidas hacia adelante, para evitar que el reptil lo muerda, la picotea y golpea con las patas hasta matarla. A las serpientes pequeñas, se las engulle enteras; a las mayores, las despedaza primero. Esta ave habita principalmente en África del Sur, donde es tan apreciada por perseguir a las serpientes, que se castiga con una fuerte multa al que la mata. Debe el nombre de secretario a unas plumas que le crecen hacia atrás de la cabeza y que le dan el aspecto de un escribiente con la pluma colocada detrás de la oreja.