Otras varias aves canoras análogas a la curraca


La curruca común es otro excelente cantor, perteneciente a la familia de los sílvidos. El color general de esta ave es grisáceo, tirando a pardo sobre el lomo, y blanco en la parte inferior. La longitud de su cuerpo es de unos nueve centímetros; y la de la cola, de unos cinco. A semejanza del petirrojo, se alimenta principalmente de insectos y orugas, hasta el otoño, en que come bayas y frutas. Cuando canta, ahueca las plumas del cuello y de la cabeza, y ésta aparece crestada.

Su alimentación se asemeja a la de otro bello cantor, la curruca carrasqueña, del mismo tamaño, pero cuyo plumaje es gris en la cabeza y cuello, variando su intensidad gradualmente, y gris parduzco en las alas. Por debajo, su color es anaranjado oscuro, pero las plumas externas de su cola son blancas.

Los pájaros de que hemos tratado hasta ahora pertenecen al grupo de los cantores, que comprende muchas especies, entre las que se encuentran la pinzoleta y la locustela o buscarla. La buscarla es más común que la curruca de cabeza negra. Anida en las cañas o sauces que crecen a la orilla del agua, en cuyas proximidades óyese su alegre canción de la mañana y de la tarde, cuando ha llegado la época propicia del año.

El carricero vive en los cañaverales; es un notable arquitecto, que construye su nido entre tres o cuatro cañizos o juncos. Entreteje de tal suerte, entre los tallos y las hojas, la hierba y la lana de que hace sus nidos, que, después de terminados, parece que aquellos hubiesen crecido a través de un molde hecho de antemano. Tienen éstos la forma de conos y son bastante profundos, de suerte que, aunque sople el viento con fuerza, no hay cuidado de que los huevos ni los pequeñuelos se caigan.