De las terribles batallas entre ejércitos de hormigas

Un punto sobre el cual ninguna duda cabe, es el relativo a las guerras entre hormigas. Se combaten encarnizadamente; las unas, para robar, o simplemente para prevalecer sin concurrencia en su radio de acción; las otras, para esclavizar hormigas más débiles.

Algunas hormigas sitian otras colonias, como podrían hacer los hombres con una fortaleza; las rodean, destrozan las paredes, y avanzan como si estuvieran provistas de materiales de guerra. La hormiga invasora americana, por ejemplo, destruye en esta forma todos los nidos de especies distintas, en las regiones que infesta. He aquí cómo el sabio doctor Gallardo, especialista argentino, describe la lucha entre la hormiga negra y la hormiga invasora: «Las invasoras ponían sitio al hormiguero de las negras, y varias de las obreras rojas atacaban a una de las negras, mordiéndole fuertemente patas y antenas hasta cortarle esos miembros en la forma que Forel llama ejecución en frío. El sitio del hormiguero dura varios días, al cabo de los cuales las negras no se animan a salir; entonces las invasoras penetran en columna a su hormiguero y prosiguen la lucha subterránea hasta destruir completamente la colonia.