Los lobos efectúan notables preparativos antes de comenzar la caza del venado.

 

Se reúnen todos en un sitio, como para acordar el plan de la batida, y se separan después, situándose cada uno en un lugar distinto. Hecho esto, se aproxima uno de ellos al venado y lo acosa en dirección conveniente. Éste es demasiado veloz para que pueda el lobo alcanzarlo en su primera carrera; pero al llegar al escondite de otro lobo, salta éste y lo sigue persiguiendo durante otra cierta distancia; un tercero lo acosa hacia otra emboscada; un cuarto prosigue la caza, acosándolo siempre hacia el lugar donde hay otro lobo oculto, hasta que, finalmente, uno de los cazadores consigue darle alcance. Luego llegan todos y se reparten la presa.