Partes de que se compone un gallinero


En todo gallinero debe haber un dormitorio, un cobertizo y un patio o parque. En los dormitorios, sitio donde las aves pasan la noche, cada una debe disponer de una superficie mínima de aproximadamente 40 centímetros de ancho por 20 de largo.

El cobertizo ofrece a las gallinas un agradable refugio en días lluviosos, y el patio les permite hacer un saludable ejercicio mientras pican la hierba, tragan arenillas y buscan gusanillos y larvas, pues son insaciables.

Claro está que las grandes granjas avícolas disponen de numerosas y costosas dependencias, como naves de ponedoras, de reproductoras, de crianza artificial, locales para la incubación, enfermería, almacén para piensos y otras varias.

Los ponederos están construidos de tal manera que al penetrar la gallina se cierra la puertecilla de acceso y, por lo tanto, aquélla debe ser liberada a su debido tiempo; esto permite controlar la postura de huevos y conocer la capacidad de cada ponedora, no sólo para incubar en su día los huevos de las más rendidoras sino para eliminar a las aves poco productivas.

Los comederos y bebederos están hechos de tal modo que las aves no pueden ensuciar el agua o la comida, lo que parece contrariarlas bastante, por su costumbre de escarbar la tierra, hábito heredado de sus predecesoras, que durante siglos de vida salvaje se han buscado la comida removiendo la tierra, con la esperanza de encontrar suculentos gusanos.

Los criaderos artificiales son grandes campanas, con un dispositivo central calentado artificialmente, que permite a los polluelos disfrutar de la temperatura conveniente, alejándose o aproximándose al centro.

La incubación artificial vienen practicándola chinos, persas y egipcios desde épocas muy lejanas, claro está que con resultados muy inferiores a los logrados con las modernas incubadoras. En los famosos “mamáis”, u hornos de incubación egipcios, se empleaba el estiércol y únicamente el estiércol como combustible.

En la actualidad existen incubadoras con una capacidad hasta de 100.000 huevos; como fuentes de calor se emplean lámparas de petróleo, gas o electricidad, y mediante un termostato se mantiene la temperatura constante durante todo el tiempo que dura la incubación.