El pájaro tejedor y sus nidos, y los pequeños gorriones de Java


Algunos de los tejedores son sumamente hermosos, como las viudas que son muy abundantes en África, y cuyos machos poseen un hermoso plumaje nupcial. La viuda de cola larga llega a 60 centímetros de longitud, incluyendo la cola; es de color negro, con los hombros de tono rojo vivo, y una franja blanca en las alas. La viuda de cola de aguja es negra con plumas caudales estrechas y largas, y la parte inferior blanca. Esta ave tiene carácter de parásito, pues la hembra coloca su huevo en el nido de otras aves a las que deja el cuidado del huevo y del pichón.

Los sociables tejedores, llamados republicanos, son aún más ingeniosos arquitectos que los tilonorrincos. Recogen las fibras vegetales y las tejen alrededor de la rama de un árbol, formando así el techo o cobertizo de la habitación. Debajo construyen túneles en gran número, que conducen a cámaras en forma de retorta y en éstas forman su hogar hasta trescientas parejas. Cada pareja ocupa su nido y cuida de sus crías, viviendo en paz con sus vecinos.

Al año siguiente fabrican nuevos nidos, que colocan sobre los lechos de los nidos del año anterior. Con el tiempo, se acumula tal peso, que se rompe la rama que los sostiene, y toda la colonia comienza una nueva edificación, en otra rama o en otro árbol.

El gorrión de Java tiene las alas grises, la cabeza y la cola negras, el pico rosado, y dos manchas blancas en las sienes. Es también muy sociable. En cierta pajarera habitaban, entre otras aves, dos gorriones de Java y dos palomos. Los primeros no habían construido nido, recogiéndose siempre con los palomos; éstos utilizaban una percha situada en la parte superior de la pajarera. Uno de los gorriones acostumbraba descansar sobre el dorso de uno de los palomos, y el otro gorrión, debajo del pecho y entre las patas del segundo palomo. Unos y otros vivían muy bien avenidos y sin otras disputas que las originadas por discrepancia de parecer respecto a la hora de recogerse. Cuando los palomos mostraban poca prisa, sus pequeños amigos comenzaban inmediatamente a saltar sobre ellos y a picotearles el plumaje, como para llamarles la atención sobre lo avanzado de la hora.

Aunque no tan espléndidos como algunos de sus parientes, los gorriones de Java son hermosos y muy interesantes. Las plumas blancas que tienen sobre ambos lados del rostro caen a medida que adelanta el verano, siendo reemplazadas por otras negras, que se extienden asimismo por el cuello y la cabeza.