El gallo de las rocas, la paloma monjil de cabeza negra y el delicado quetzal


Es el primero originario de Brasil, siendo famoso por la gran cresta que oculta las ventanas de su pico y por su resplandeciente plumaje anaranjado, que lo hace visible desde lejos, con gran fortuna para los cazadores. La cresta lo torna semejante a ciertos cuclillos a los que, no obstante, aventaja en hermosura y en tamaño. Suele juguetear y emitir un sonido como el maullido de un gato en las ramas en que hace su nido. El pichón de cabeza negra, maya también, como un gatito. Es asimismo muy vistosa la cresta del quetzal, una de las especies americanas que se distingue por su larga cola, que llega a tener hasta 90 centímetros de longitud. Es el ave nacional de Guatemala, en algunos de cuyos sellos de correos aparece. Posee color verde bronceado iridiscente, con el abdomen que tiene un tono rosado vinoso brillante.

Todas las aves de que se trata en este lugar son diurnas, pero hay otras que no salen de sus hogares hasta que anochece, y muestran colores sombríos. Lo que de todas ellas es cierto es que embellecen el mundo, sobre el que revolotean y en el que pasean, derramando la gracia multicolor de su plumaje y la alegría de su canto.