La extraña cigüeña, capaz de tragar una pata de carnero


Un caballero que vivía en la India tenia en su casa un marabú que acostumbraba instalarse detrás de su silla, durante las comidas, y tomar de éstas una ración superior a la que le correspondía. A pesar de la vigilancia de los sirvientes, este extraño convidado supo un día escamotearles un pollo entero. Porque esta especie puede engullir un gato de regular tamaño y una pata de carnero, no teniendo, por tanto, motivo alguno para despreciar el espléndido pollo. Entre sus parientes figura el marabú africano, cuyas plumas, blancas y finas de debajo de la cola, son muy estimadas y se venden en el comercio con el mismo nombre del animal. Uno de los rasgos más singulares de la especie de la India es la curiosa bolsa que le cuelga debajo de la base del cuello. Puede cerrarse o dilatarse a voluntad, y se supone también relacionada con su respiración.

Otra especie célebre es el ibis, que en Egipto se consideraba sagrado. Su cuerpo no es mucho más voluminoso que el de un pollo, pero sus patas largas y poderosas, su cabeza grande y alargada, y su pico largo y encorvado, casi lo convierten en un ave de gran tamaño, pues alcanza hasta 75 centímetros de longitud; tiene cabeza y cuello desnudos, de color negro, lo mismo que las alas, y el cuerpo blanco. Hay más de veinte especies de ibis, que en su mayor parte pertenecen al Viejo Mundo; el resto vive en las zonas cálidas de América. Pero, generalmente, al hablar del ibis, nos referirnos al ibis sagrado. No se sabe con seguridad si el ibis sagrado es originario de Egipto o si fue primeramente capturado en alguna otra región africana y celosamente guardado en cautividad en la tierra de los faraones, donde se multiplicó.