Las cuerdas de los violines proceden de los carneros


Además de la lana, obtenemos del carnero cueros muy apreciados, que sirven para hacer guantes y forrar las pastas de los libros. Las cuerdas de violín, que producen los sonidos más dulces del mundo, se fabrican con intestinos de carnero. La mayor parte de los carneros que existen hoy día en América, son oriundos de los carneros ingleses del país de Gales y de las lomas del Sur de Inglaterra, así como también de los merinos de España. Pero la Argentina ha mejorado notablemente sus razas, y sus rebaños de ganado lanar ascienden a la considerable cifra de 82 millones de cabezas.

Suerte grande es para la cabra la facilidad que posee de trepar a ciertas rocas adonde no puede llegar ningún otro animal, porque tienen numerosos enemigos. Un hombre ilustre dijo en cierta ocasión que a la cabra la creó Satanás. Claro es que esta expresión no pasa de ser una humorada, pues la cabra desciende del mismo tronco que la oveja, o mejor dicho, pertenece a la misma subfamilia de los ovinos; pero, a no dudarlo, es uno de los animales más malignos y dañinos que existen. Aunque puede mantenerse con muy escaso alimento, cuando ve ante sí abundancia, todo lo devora. Destruye los arbustos y cuantas plantas encuentra, incluso las cepas de la vid; de suerte que un rebaño puede, en poco tiempo, dar fin de un plantío cualquiera, o de una viña. En la antigüedad solían los gentiles sacrificar cabras al dios del vino. Esto no obstante, cuando se porta bien, es un animal muy productivo, y en la Argentina constituye uno de los ramos importantes de su gran riqueza pecuaria.