El buey almizclado, que habita las regiones septentrionales de América


El más curioso de todos los bueyes es el almizclado, que habita las heladas regiones de la América septentrional. Tiene unos cuernos muy anchos, pelo largo, de color castaño oscuro, y se alimenta principalmente de líquenes, pues tan sólo en la mitad del verano halla hierba. Viven en pequeños rebaños y, cuando se ven amenazados por los osos o los lobos, forman un compacto grupo, quedando en su parte exterior los machos, con los cuernos hacia afuera, y en el centro las hembras y las crías. Suelen correrse hacia las islas más septentrionales del Océano Ártico, donde los esquimales los cazan. En tiempos muy remotos, en una época en que el clima era muy frío, habitaban los bueyes almizclados las regiones correspondientes a Europa y los Estados Unidos.

El que haya visto a un corderito pequeño, sabe cuan lindos y pacíficos son estos animales; pero cuando crecen y se convierten en grandes y vigorosos carneros, y se les suelta en un rebaño de ovejas, pierden su timidez y se tornan pendencieros. No existe un animal más aficionado a la lucha que el carnero. Acomete y topa a cualquier hombre o perro extraño; combate con ardor contra el lobo que intenta atacar a sus compañeros, y hay algunos tan vigorosos, y embisten a sus enemigos con tal ímpetu, que son capaces de derribar a un novillo con sus fuertes y poderosas cabezas. Cuando están en estado salvaje luchan unos con otros con tan extremada fiereza, que a veces se rompen los cuernos.