De qué modo cosen las hojas los diestros pájaros sastre


Al hablar de nidos, hay que mencionar el del pájaro sastre hindú. Es un ave que se encuentra en los países de Oriente y cuyo aspecto no tiene nada de particular pues es pequeño, de color verde oliva, con caperuza rojiza. Su habilidad de artesano es realmente notable, pues cose con gran destreza los bordes de las grandes hojas que cuelgan de las ramas de los árboles. No sabemos quién le enseñaría a hacerlo, pero el pájaro sastre cose haciendo honor a su nombre. Mediante fibras o hebras resistentes hiladas por ciertas orugas, y valiéndose de su pico a manera de aguja, hilvana puntada tras puntada los bordes de la hoja para formar una especie de copa.

Hablaremos ahora del gorrión, que es un pájaro de los más abundantes, pues lo mismo pulula en los campos que en los parques o en las calles de ciudades populosas y hasta en las estaciones de ferrocarril. El gorrión se fabrica el nido dondequiera: debajo de las tejas, en los agujeros de las paredes, en las canales de las casas, en cualquier parte, en fin, sin que le arredren los contratiempos. En una ocasión, al revocar la fachada de cierta casa, tuvieron que echar abajo un nido de gorrión que hallaron detrás de un canalón; y después de dar a éste una mano de pintura, pasaron a trabajar al otro lado de la casa. Cuando volvieron al día siguiente para repetir la operación del barnizado, se encontraron con que los gorriones habían vuelto a construir su nido. Al efecto, habían acudido a un almiar, que se alzaba a corta distancia, y recogido una provisión abundante de heno que les permitió reedificar su vivienda.

El gorrión, más que cualquier otra ave, ha dado lugar a la gran controversia acerca de la utilidad de los pájaros. En prueba de ello, baste citar la existencia de sociedades cuyos miembros se comprometen a matar el mayor número posible de ratas y de gorriones, y algunas con el exclusivo fin de exterminar a estos últimos.