¿Quedan impresas en los ojos las imágenes de los objetos que vemos?


La palabra fotografía quiere decir “pintura” por medio de la luz y esto es la fotografía en realidad; una imagen impresa por la luz sobre una película o placa. Esta película o placa se halla cubierta de ciertas sustancias químicas que son atacadas por la luz, según su intensidad y el lugar sobre el cual ésta incide. La parte posterior del ojo viene a ser, para el caso, una cosa semejante a la placa fotográfica. También ella contiene ciertas sustancias químicas que son atacadas por la luz; y si bien no son idénticas a las empleadas en las películas y placas fotográficas, el principio es el mismo exactamente. Por consiguiente, podemos decir con toda certeza que las imágenes de los objetos que vemos se imprimen en el ojo.

Pero existe una diferencia esencial entre la retina del ojo y la placa de una cámara fotográfica. Si la imagen impresa en. el ojo subsistiese durante algún tiempo, no podríamos observar el movimiento de los cuerpos. Si contemplásemos una exhibición de vistas, dotadas de movimiento, en la que pasasen en serie no interrumpida por delante de nuestros ojos muchas de ellas por segundo, veríamos una imagen borrosa, de la misma manera exactamente que si tomásemos una fotografía de lo que nos muestra el cinematógrafo en una sola placa fotográfica. Para que nuestros ojos nos sean de utilidad es indispensable que las imágenes que se imprimen en ellos se desvanezcan inmediatamente después, dejando la placa libre, por decirlo así, para que pueda imprimirse en ella otra nueva. Lo verdaderamente maravilloso es que, en una pequeñísima fracción de segundo, pueda la parte posterior del ojo rehacer continuamente, con las materias que le suministra la sangre, las sustancias químicas que ataca la luz cuando vemos los objetos.