¿Por qué vemos el mar verde unas veces y azul otras?


Igual pregunta cabe hacer respecto al negro y al gris. En las noches oscuras, cuando no hay luz alguna que pueda ser reflejada por el mar, éste tiene un color negro. Cuando el cielo está gris, el mar refleja el color que aquél le envía, y lo vemos gris. El color que solemos atribuir al mar es el azul, porque el cielo es azul, o desearíamos que lo fuese, al menos; y si la luz que cae sobre la superficie del mar es azul, azul será también la luz que nos refleje.

Esto no obstante, a veces toma el mar un color verde, a pesar de que el cielo no presenta sino rara vez este matiz. El mar es poco profundo en algunos lugares, especialmente en las proximidades de las costas, y tiene a veces profundidad tan escasa que parte de la luz del cielo puede traspasar el agua, llegar al fondo y ser reflejada por él a nuestros ojos. Se comprende de esta suerte que la luz quedará alterada, parte por el color que tiene el fondo del mar y parte por el tinte verdoso del agua salada. Además de todo esto, debemos recordar que una misma porción de mar, en cualquier región costera, puede ser de diverso color en diferentes días, aun cuando el agua sea la misma y el color del fondo idéntico, porque el Sol ocupa distintas posiciones en el cielo, y su luz, por consiguiente, ilumina el fondo según ángulos muy diversos, o porque el cielo está nublado y el color de la luz que de él nos llega es diferente. Existen, pues, varios factores que influyen sobre el color del mar; y tal es la causa de que éste sufra cambios tan numerosos como bellos.