¿Por qué podemos afirmar que el aire no se gasta nunca?


Bien podemos decir que, en cierto modo, se ha consumido ya gran cantidad de aire; porque sabemos que la mayor parte de la corteza terrestre, incluso toda el agua de los mares, ha pasado por una combustión para la que ha debido consumirse gran cantidad del oxígeno del aire. Esto hubo de ocurrir en tiempos remotísimos, cuando los seres vivientes no habían hecho aún su aparición sobre la Tierra. El aire, en la actualidad, se gasta constantemente, o mejor dicho, su oxígeno, por la respiración de dichos seres; mientras su nitrógeno es utilizado por ciertos microbios, y hasta hoy día por los hombres, mediante la electricidad; y, por último, las plantas verdes asimilan el ácido carbónico del aire, que lo aprovechan como alimento.

Estos procesos, sin embargo, no gastan nunca el aire, pues el gasto y la producción de estos gases se equilibran de continuo. Existe una compensación por lo que respecta al oxígeno, pues todas las plantas verdes, bajo la influencia del Sol, exhalan constantemente buena cantidad de este gas, suficiente tal vez para compensar la que entre ellas mismas, los animales y los hombres consumen en la respiración. Por lo que respecta al nitrógeno, fácil es demostrar que se compensan sus pérdidas, porque cuando mueren las plantas y los animales, se descomponen sus cuerpos, y la mayor parte del nitrógeno que contienen, que habían tomado del aire, vuelve a él. Por último, el anhídrido carbónico que las plantas toman del aire, es compensado por el que, al respirar, exhalan, sin excepción, los seres vivientes.