¿Por qué nos servimos con preferencia de la mano derecha?


Los niños nacen con una inclinación natural a utilizar una mano con preferencia a la otra. En la mayoría de los casos, esta mano es la derecha; pero en algunos, tal vez en el seis por ciento de la totalidad, es la izquierda. No hay motivos fundados para que adiestremos ambas manos en los diversos usos de la vida, como, por ejemplo, para escribir, pues esto nos haría perder mucho tiempo, y jamás llegaríamos a hacer una cosa, usando indistintamente la derecha o la izquierda con la misma perfección que adquirimos al valemos de una de las dos. Es muy natural, por tanto, que en la escuela se dedique mayor atención a la mano derecha de los niños diestros; pero es una lástima que no se procure averiguar quiénes son naturalmente zurdos, para dedicar preferente atención a esta mano.

La razón por la cual los individuos son naturalmente diestros o zurdos depende del cerebro. La parte izquierda de nuestro cerebro gobierna la derecha de nuestro cuerpo, y viceversa; de suerte tal que las personas diestras de mano son realmente zurdas de cerebro, y recíprocamente. Los diestros hablan, escriben y leen, sin darse cuenta, por mandato de la parte izquierda del cerebro, al revés que los zurdos. Todos tenemos un lado del cerebro más desarrollado que el otro: los diestros, el lado izquierdo, y los zurdos, el derecho. Esto parece depender de la cantidad de sangre que cada lado del cerebro recibe; y como, en la mayor parte de las personas, el lado izquierdo es el que con mayor abundancia la recibe, por eso somos diestros casi todos.