¿Cómo se descubrió que el Sol es más grande que la Tierra?


Hay varias maneras de averiguar el tamaño de un cuerpo celeste, tal como el Sol. Ante todo, cuando empleamos la palabra mayor podemos referirnos al tamaño, o bien a la cantidad de materia que contiene dicho astro; o dicho en otros términos, podemos referirnos al volumen o a la masa, y el estudio de cada uno de estos datos nos conduce al descubrimiento del otro dato ignorado.

Podemos averiguar el tamaño o volumen del Sol, midiendo el diámetro aparente de su disco. Pero, la mera medición del disco del Sol, tal coma nosotros lo vemos, no es por sí sola un dato positivo, pues de él sólo sacaríamos la idea de que el Sol tiene aproximadamente el mismo tamaño que la Luna; pero si conocemos la distancia que lo separa de nosotros, podremos deducir su tamaño de este dato y de la magnitud del diámetro de su disco, tal como lo vemos nosotros.

Podemos estudiar la masa del Sol valiéndonos de nuestros conocimientos relativos a las leyes de la gravitación universal. La gravitación es completamente independiente del volumen, magnitud o tamaño de los cuerpos; depende únicamente de la masa. Conocidas las leyes de la gravitación, fácil es averiguar la masa de cualquier cuerpo celeste, cuyo poder de atracción puede ser medido; porque sabemos que dicho poder depende exactamente de la masa del cuerpo en cuestión, siempre que las demás circunstancias permanezcan invariables. De este modo es posible calcular la masa del Sol, y aun las masas de las estrellas que carecen de luz, que se encuentran a distancias enormes, y cuya existencia conocemos solamente porque su atracción perturba los movimientos de otros astros.