¿Por qué sigue el trueno al relámpago?


La contestación es igual a la del caso anterior: porque la luz se propaga más velozmente que el sonido. El relámpago es producido por el choque de la electricidad de distinto signo en el aire, generalmente entre dos nubes. Este choque produce calor y luz, y el calor hace que el aire cercano se distienda, con lo que produce una gran onda de aire, que es lo que llamamos trueno. Este ruido u onda sonora nos alcanza después de la onda luminosa, sencillamente porque las ondas sonoras se mueven con más lentitud que las luminosas.

De esto se desprende algo que puede ser útil en caso de tormenta, especialmente para quienes, como los niños, se asustan por haber oído cuentos estúpidos, o por otras razones no menos necias. Cuando median algunos segundos entre el relámpago y el trueno es señal de que la tempestad está lejos, y cuanto más se aleje, más largo será el intervalo entre uno y otro. Con ello, pues, pueden tranquilizarse las personas asustadizas que tienen miedo de las tormentas, con sólo tener presente que, cuando el trueno se oye mucho después de haber visto el relámpago, la tempestad está ya lejos.