¿Qué es lo que en ocaciones nos hace estornudar?


Estornudamos porque hay algo en nuestra nariz que allí no debería estar. Cuando los nervios sensitivos del interior de la nariz son irritados, envían impulsos a los centros nerviosos superiores. De allí viene la respuesta: una fuerte contracción de los músculos, que expulsan violentamente el aire. Esto es el estornudo. La parte interior de la nariz es tan delicada que siente la menor cosa e inmediatamente la transmite al cerebro. Claro está que el estornudo no es obra nuestra, pues nos es realmente imposible estornudar adrede, aun intentándolo, sino obra de centros de acción no volitiva del cerebro, que como tal no puedo juzgar siempre si el estornudo es o no necesario, y nos hace a menudo estornudar cuando el aire que pasa por la nariz no halla ningún obstáculo, y la única molestia que sentimos es un ligero picor; así estornudamos bajo la acción de la pimienta porque irrita o produce un cosquilleo violento en el interior de la nariz. Cierta clase de estornudos obedecen a la forma de conexión de los nervios cerebrales y no sirven de nada. Éstos son los producidos por una luz viva y, sobre todo, por el Sol. El parpadeo al mirar el Sol es razonable porque los párpados protegen los ojos, pero no tiene razón alguna el estornudo en el mismo caso. Fácilmente podemos detener un estornudo cuando lo sentimos venir, apretando la nariz por ambos lados en el punto en que acaba el hueso. La razón es que hay allí un nervio que, al sentir la presión, ordena al cerebro que suspenda la operación. Nadie sabe explicar realmente por qué.