¿Es acertado pensar que las frutas se hacen a sí mismas?


Tanto valdría preguntar si una casa puede construirse a sí misma y poner sus propios ladrillos unos encima de otros. Cuando la casa está edificada, la Tierra no es por eso más pesada ni más ligera que antes. Lo único que ha sucedido es que una parte de ella ha tomado la forma de una casa. Pues eso es lo que ocurre también con las frutas, y hasta con nuestro cuerpo. Una parte de la Tierra ha sido transformada en manzanas y en tomates, y el transformador en cada caso ha sido la propia planta viva. Al cabo de cierto tiempo, muere aquélla; esto pasa con todos los seres vivientes. Las sustancias que había tomado de la tierra y del aire para formar su propio cuerpo les son devueltas, y utilizadas por otros nuevos seres; y de este modo se establece un verdadero círculo -el ciclo de la vida-por el que pasa durante siglos y siglos una considerable parte de la materia contenida en el aire y en la tierra.