¿Sufre el árbol algún daño cuando le arrancamos una hoja?


La palabra daño puede significar dolor o perjuicio. Desde luego, el hecho de arrancarle una hoja no puede producirle dolor al árbol, porque éste no puede sentir semejante cosa; pero cuando le arrancamos una hoja verde, las células vivas por donde se efectúa el seccionamiento algo deben de sentir, por muy rudimentario que tal sentimiento sea; aunque ni por un momento podamos suponer que en nada se asemeje al dolor, ni que cometamos con ello una crueldad con el árbol, como si a un animal cualquiera le arrancásemos una parte de su cuerpo. Cuando a un árbol se le cae una hoja muerta, nada siente, porque en la base de la hoja se ha formado de antemano una capa de cierta sustancia muy semejante al corcho, de suerte que, en realidad, dicha hoja ha dejado de ser parte integrante del árbol. Ahora bien, si por daño entendemos perjuicio, la cosa varía enteramente. La hoja existe, para que el árbol viva; sirve para alimentarlo; éste respira por medio de ella, y ella le ayuda a expeler el exceso de agua que sus raíces han chupado. Claro está que, dado que cada árbol posee muchas hojas, con arrancarle una no le causamos gran daño; pero si S3 las arrancásemos todas en la primavera, inmediatamente nos convenceríamos del inmenso perjuicio que con ello le irrogaríamos. Pero cuando los vientos otoñales se llevan entre sus ráfagas las hojas de los árboles, éstos no sufren daño alguno, porque han asimilado ya la parte de dichas hojas que puede resultarles útil, y hasta el año inmediato no las necesitarán.