¿Por qué motivo es tan resbaladizo el hielo?


Se dice que un objeto es resbaladizo cuando la resistencia que presenta al movimiento sobre su superficie es muy escasa. Esta resistencia, o rozamiento, es una cosa que casi siempre detestamos, especialmente en las máquinas; pero sin ella tropezaríamos con grandes inconvenientes. Sin el rozamiento, no podríamos andar ni correr, y aun para permanecer parados tendríamos que guardar cuidadosamente el equilibrio. Para caminar sobre el hielo debemos usar un calzado cuyas suelas ofrezcan el mayor rozamiento posible. Si tratásemos de andar con calzado cuyas suelas fuesen de hielo, o se hallaran embadurnadas de aceite, no podríamos dar un paso, porque, prácticamente, no existiría rozamiento alguno que sostuviese nuestros pies en el lugar donde los apoyásemos. La ausencia de rozamiento, por lo que respecta al hielo, se debe a su hermoso bruñido y a su estructura cristalina.

Las moléculas del agua se adhieren unas a otras formando una superficie lisa y suave; y mayor es aun su tersura cuando, al producirse el hielo, no existen corrientes ni viento, y la superficie del agua se halla perfectamente llana y lisa. Varias sustancias, como el aceite, el barniz y la cera, pueden alisar en extremo la superficie de sustancias como la madera, llegando casi a anular el rozamiento. Cuando patinamos, hacemos uso de una superficie de metal lo más lisa posible, lo mismo en su parte plana que en sus bordes, y, aunque el rozamiento no es escaso en el momento de trazar la planchuela del patín una raya en el hielo, no es bastante para impedir que resbalemos sobre sus bordes varios metros cada vez.