¿Por qué casi todos los niños sienten miedo en la oscuridad?


Muchas veces regañamos a los niños porque sienten miedo cuando los dejamos solos en una habitación oscura; pero nos inclinamos a creer que merecen más bien compasión. El temor es un sentimiento natural, y, a semejanza de otros instintos, requiere ciertas circunstancias especiales para manifestarse, y una de éstas es la oscuridad. La fuerza de los instintos varía con las personas, lo mismo que el grado de intensidad con que las cosas afectan a los individuos, pero el sentir miedo en la oscuridad es indudablemente una cosa natural, o normal, en los niños pequeños, y no debe ser considerado como signo de cobardía, pues no tiene con ella ningún punto de contacto.

Muchas personas que se han dedicado al estudio del instinto han tratado de averiguar el origen de este miedo a la oscuridad, prácticamente inútil en nuestros días, pero que, como todos los instintos, ha debido de ser sumamente provechoso en épocas remotas. Él ha evitado de seguro que los niños se perdiesen en la oscuridad, y, al hacerlos llorar, habrá dado a conocer su paradero a las personas encargadas de cuidarlos, cuando se extraviaron. En épocas remotas, cuando todos los enemigos del hombre, como las fieras, estaban constantemente en acecho de su presa, ha debido de ser en extremo beneficioso que los niños sintiesen temor a la oscuridad. Muchas personas mayores, que nada tienen de cobardes, experimentan a veces idéntico temor.