¿Se contraerá tanto la Tierra, que acabe por desaparecer?


Se cree que, si bien todos los cuerpos del Universo están sujetos a transformaciones, nunca se crea ni se destruye nada. Puede decirse que el primer hecho de que se hicieron cargo los hombres, en cuanto empezaron a pensar, es el de que de la nada no sale cosa alguna, así como no hay cosa que vuelva a la nada. La pregunta que encabeza este párrafo ha de contestarse, pues, negativamente. Si la Tierra dejase algún día de existir, sería por caer en algún otro mundo, como el Sol, o porque habría ido perdiendo continuamente partículas de su sustancia hasta que no quedase nada. No es posible que con sólo encogerse quedara reducida a nada, como aparece bien claro, si nos fijamos en el significado de la palabra encogerse. Encogerse un objeto significa que decrece su tamaño o capacidad. Cuanto más se comprime una sustancia, más se encoge; sus dimensiones disminuyen; pero la cantidad de materia no varía. Una bola metálica se contrae cuando se enfría, y se dilata cuando se calienta; pero la cantidad de metal es siempre la misma. Lo que aumenta es su densidad; al paso que se hace más pequeño el cuerpo, su peso es más elevado en proporción al tamaño. Esto es justamente lo que le ocurre a la Tierra según se va enfriando. No pierde casi nada de la materia que la compone, únicamente un poco de aire situado en la atmósfera superior; se le agrega, por el contrario, la de las estrellas fugaces que proceden del espacio y que caen en su superficie junto con el polvo cósmico. En resumen, lo único que hace es comprimirse cada vez más su materia. Únicamente sucede en los cuentos eso de que las cosas se encogen hasta desaparecer. Para que un cuerpo desaparezca, es preciso que se vaya disgregando, esparciéndose por el espacio la materia que lo componía, pero eso ya no es encogerse.