¿Posee la química el necesario poder para dar vida a la materia?


No; la química no posee todavía el suficiente poder para dar vida a la materia, ni lo poseerá jamás, probablemente. Pero bueno será que sepamos hasta dónde ha llegado esta ciencia en la cuestión que nos ocupa. Creyóse por espacio de mucho tiempo que ninguna de las sustancias que la vida creaba, tales como el alcohol o el azúcar, podían fabricarse de manera diferente.

Sin embargo, hace más de un siglo, un químico logró hacer, fuera de su propio cuerpo, un compuesto llamado urea, que es uno de los muchos que nuestro organismo elabora; y en la actualidad la química fabrica millares de compuestos que crean los organismos dotados de vida, combinando sabiamente sus distintos elementos. Esto nos prueba que los procesos químicos que se desarrollan en el interior de los seres vivientes, no son muy distintos de los que se efectúan fuera de ellos. Pero a los compuestos de la clase de la clara de huevo, generalmente conocidos con el nombre de sustancias proteicas, que son los que más especialmente distinguen a los organismos vivientes, no han logrado hasta ahora los químicos fabricarlos con toda exactitud; sólo han conseguido imitarlos. Sin duda alguna los químicos no tardarán en fabricar todos los compuestos que constituyen la materia viviente, o protoplasma, y asignar a su mezcla este nombre; pero será un protoplasma sin vida, muerto: una cosa absolutamente distinta, podemos desde luego afirmarlo. El protoplasma vivo es algo más que una mezcla de sustancia proteica y azúcar, agua y sales; posee su arquitectura especial, y es una cosa muy superior a una mezcla de todas estas sustancias, como un majestuoso edificio es algo más que un informe montón de ladrillos y materiales. Los ladrillos necesitan una mano inteligente que los convierta en catedral, y los compuestos que integran la materia viviente necesitan a su vez una mano muy poderosa y sabia que los transforme en protoplasma vivo: la mano de Dios.